Si me sigues en Instagram verás que el deporte está muy presente en mi vida, siempre lo ha estado y además se ha ido intensificando esos últimos años.
En nuestra clínica de medicina estética en Granada nunca te recomendaré un tratamiento corporal antes de una dieta sana y una actividad física regular. Disponemos de eficientes tratamientos corporales pero antes de hacer ninguno de esto, te diré que, para mí, la base obligatoria es:
¡Hacer deporte!
Cada uno tiene su exigencia, su tiempo, su edad y capacidad física. No digo que todo el mundo tenga que hacer lo mismo que yo, lo que digo es que todo el mundo debería moverse y encontrar su deporte, ese deporte que le haga sentirse bien consigo mismo.
A todo el mundo le cuesta primero empezar, después motivarse y sobre todo mantener el ritmo todo el año. No es fácil, tenemos mil excusas, pero una vez que consigáis introducir una actividad física en vuestro día a día, os sentiréis mucho mejor.
Sentir nuestro cuerpo con fuerza y agilidad nos ayuda a ser felices, a concentrarnos, a ser más pacientes, eficientes y positivos.
Os aconsejo apuntar en vuestra agenda vuestras sesiones de deporte semanal, como si fuese una cita, una cita con vosotros mismos.
Correr, jugar al baloncesto, nadar, ir al gimnasio, a baile, solo, con amigos, con un entrenador o con una aplicación móvil. El deporte puede estar al alcance de todos.
Os quiero contar algo personal, cómo mi marido, Juan, y yo nos unimos aún más a través del deporte.
Siempre habíamos practicado algo de deporte, pero cada uno por su lado. Yo iba a un gimnasio y Juan practicaba fútbol, salíamos a correr de vez en cuando, sinceramente, sin muchas ganas.
Hace cuatro años, después del nacimiento de mi primera niña, Lola, decidí volver a correr y para animarme propuse a varias de mis amigas a salir juntas. Un mes después conocimos a un entrenador personal, nos enseñó a correr, poco a poco a subir cuestas, a alternar con ejercicios musculares. Aquel entrenador personal consiguió algo realmente interesante, sacó de nosotras lo que ni nosotras mismas podíamos imaginar, nos divertíamos haciendo deporte!
Tanto me gustó aquella experiencia que decidí regalar a mi marido, Juan, varias sesiones, empezó a ser más divertido para mí que para él. Aún recuerdo su cara el día de su cumpleaños cuando a las 8 de la mañana estaba abriéndole la puerta a su nuevo entrenador personal, sí, lo veía en su cara, quería matarme pero eso era ayer, hoy por hoy no hay quien le quite su entrenamiento.
Después de que naciera Chloé, nuestra segunda hija, decidimos entrenar juntos. Salir a correr los 2 o con nuestro entrenador. Es realmente placentero compartir con tu pareja algún deporte. La rutina y el estrés cotidiano crea muchas tensiones. Cuando salimos o entrenamos juntos se nos olvida todo y nos centramos en el deporte y en nosotros mismos; se ha convertido en uno de nuestros momentos como pareja. Lo sorprendente de todo esto es que, ninguno de los 2, éramos aficionados a esto del deporte pero cuanto más lo practicamos juntos más nos gusta!
Tanto es así, que ya nos planteamos hasta nuevos retos juntos, el próximo es hacer SURF. ¿Qué os parece?
Si os cuento esto, no es solo para contaros una historia bonita, sino porque quiero que os animéis a buscar la manera de moveros, solos o acompañados, como queráis y por supuesto … ¡sentiros mejor!